sábado, 16 de mayo de 2009

EL LOCO DE PEÑUELAS



Es julio, mes de lluvias, frío y neblinas matinales que se entremezclan para mostrar una ruta siempre húmeda o mojada, con deslizamientos de tierras en ” El Corte “ o las eternas inundaciones del camino.Es una mañana muy helada y veo conductores cuyos autos circulan en sentido contrario, que muestran una abierta sonrisa y comentarios con sus acompañantes. Dos, tres, cuatro vehículos y todos riendo a carcajadas. Pareciera que hoy han amanecido felices y optimistas. Ya he traspasado La Cuesta y me apresto a cruzar la línea férrea en Peñuelas, cuando por el costado derecho, viene un hombre joven, no mayor de treinta años, pelo rubio y crespo, barba de varios días, trotando con atlético tranco y saludando sonriente a todos los automovilistas que pasan por su lado. Trota y trota y sigue sonriendo. Pasa al lado de mi vehículo y también me saluda. No alcanzo a devolverle el saludo. Un pequeño detalle para que esto sea un hecho inusual: es julio, son las ocho y media de la mañana y él trota completamente desnudo. Sin ninguna prenda que cubra su cuerpo.De donde viene y hacia donde se dirige, es mi interrogante. Y en los próximos kilómetros, pienso :” ¿ Qué cosas puede pasar por el cerebro de un hombre que corre desnudo por la carretera con este frío y por qué esa alegre sonrisa mientras corre y corre ?”Es el ser humano un cúmulo de interrogantes. Es un mundo donde ya no sabemos quien es loco y quien es cuerdo, qué es permitido y qué es prohibido, habría sido interesante conversar con él, saber cuál era su mundo.Habría sido interesante. Hace quince años... No le he vuelto a ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario